El Parque en imágenes.

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sábado, 19 de noviembre de 2011

El colorido de las cornicabras en otoño.

Las cornicabras dan colorido a la sierra en estos días de otoño. Estos arbustos tornan sus hojas de color anaranjado y rojizo antes de dejarlas caer, pasando el otoño desnudo de hojas y en una situación de menor actividad. 

En esta fotografía se pueden ver las cornicabras en el entorno de Villaluenga, ayer mismo, destacando su color anaranjado y rojizo sobre el verde de las encinas, lentiscos y acebuches. 


Cornicabras en el entorno de la Sima de Villaluenga del Rosario (Cádiz), en el Parque Natural Sierra de Grazalema.

Muchos son los arbustos que cambian el color de sus hojas antes de desprenderse de ellas, pero ¿por qué cambian el color? En primer lugar habría que indicar que la coloración verde de las hojas se debe a la clorofila, que se encuentra en mayores concentraciones que otros pigmentos, llegando a encubrirlos, impidiendo que se vean. Cuando en otoño, la clorofila en los árboles de hoja caduca se degrada, es el momento en que otros pigmentos se dejan ver, como los carotenoides (color amarillo-naranja) y antocianinas (rojo-púrpura), que siempre han estado ahí pero tapados por el verde de la clorofila.


Pero ¿por qué algunos árboles y arbustos, como la cornicabra, gastan recursos en mantener algún tiempo más sus hojas en el árbol? Algunos científicos hablan de dos hipótesis: 

Una es la protección frente a la luz: ésta, combinada con las temperaturas bajas, dañan los tejidos de las plantas. De esta manera, con colores rojizos, estos árboles protegerían sus hojas durante el otoño, para conseguir reabsorber los nutrientes que tienen las hojas antes de que se degraden, y poder ser movilizados a otras partes del propio árbol. 

Otra hipótesis es la de protección frente a algunos insectos, básicamente pulgones, que en otoño acuden a poner sus huevos en los árboles; de esta manera, las hojas rojas le están indicando que ese árbol tiene elevadas concentraciones de sustancias químicas tóxicas. Evitando los pulgones, evitarían que éstos hagan la puesta junto a las futuras yemas, evitando que los brotes tiernos que salgan en primavera sean comidos por las insectos recién salidos de los huevos. Algunos científicos desestiman esta hipótesis, pero algunos otros indican que los pulgones prefieren poner la puesta en árboles que no presentan tonalidades rojas en sus hojas. 

Hojas rojizas de la cornicabra (Pistacia terebinthus).





3 comentarios:

  1. La explicación racional, sea la que sea, no le resta magia. Abrazos.

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  2. Hola Manolo:

    He disfrutado con las excelentes fotos y las interesantes explicaciones sobre la pérdida de pigmentos de las hojas antes de caer. La naturaleza tiene un fuerte sentido de la economía y no desperdicia nada. Los árboles caducifolios reabsorben los nutrientes y la clorófila de las hojas antes de dejarlas caer. La hipótesis de los pulgones me parece muy verosimil.

    Un saludo: Juan

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  3. Ilustrativo comentario Manolo. En nuestros montes en que predominan los árboles de hoja perenne es de agradecer la presencia de las cornicabras que dan ese toque otoñal tan hermoso

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